0 Marcha contra de las Centrales Hidroeléctricas en el Willi Mapu


Mari Mari pu peñi ka pu lamngien.

Se invita a todos los peñi, lamngien y comunidades Mapuche - Williche a apoyar la Marcha por la defensa del Río Pilmaiken, nuestros Ngen Mapu y nuestro territorio ancestral Mapuche. 

A manifestarse en contra de las Centrales Hidroeléctricas en el Willi Mapu y de todos los megaproyestos de inversión capitalista en el wall mapu.

LUNES 11 ABRIL - 09:00 Hrs Desde el Cruce Los Tambores (Ruta 5) marcharemos hacia Rio Bueno. 

Newentuaiñ Marichiweu!!! 

0 Demasiados jóvenes presos - BALANCE LEY ADOLESCENTE

A casi 4 años de funcionamiento de la Ley de Responsabilidad Penal del Adolescente, un estudio de la defensoría especializada y la Unicef da cuenta que si bien hay una leve baja en el uso de prisión preventiva para los jóvenes, hay un notorio aumento en el tiempo en que permanecen encerrados. Lo más grave es que luego se determina que en la mayoría de los casos sus condenas no ameritan privación de libertad.

La Ley de Responsabilidad Penal del Adolescente cumplirá en junio 4 años de funcionamiento y diversos estudios dan claras señales de que no está cumpliendo con varios de los objetivos para los cuales se creó.
Esta ley, junto con reconocer a los adolescentes derechos que no tenían, pretende enfrentar los delitos que cometan de una manera consistente con su edad. Para lograrlo es necesario recurrir sólo como última opción a la privación de libertad -cuando se trate de delitos muy graves- y privilegiar, en cambio, salidas alternativas y sanciones en medio libre. También se requiere que el sistema de justicia sea consciente todo el tiempo de que trata con adolescentes y no con adultos y que las medidas que se tomen deben favorecer su integración social.
Son estos los objetivos que no se cumplen pues el sistema está recurriendo al encierro con demasiada frecuencia.
Un estudio elaborado por la Defensoría con apoyo de UNICEF sobre los primeros 3 años de vigencia de la Ley, mostró que aunque el uso de la prisión preventiva ha bajado levemente en este periodo (de un 8,6% a un 7,5%) el promedio de días privados de libertad aumentó en un 46,5%, pasando de 81 a 119 días, esto es, 38 días adicionales. La cifra resulta más grave aún ya que sigue siendo altísima la cantidad de jóvenes que estuvieron presos sin ser finalmente condenados a una pena privativa de libertad (65,2%). Un 19% estuvo en internación provisoria y ni siquiera fue condenado.
Aunque a nivel académico y también de parte de los operadores del sistema hay consenso en que en la mayoría de los casos resulta más conveniente disminuir al máximo el contacto del adolescente con el sistema penal, favoreciendo el uso de salidas alternativas, esto no se lleva a la práctica. En los más de 3 años de operación de la ley se ha invertido negativamente la relación en este punto: si antes el 43% de los casos terminaba con una alternativa, hoy éstas sólo alcanzan a un 33%; y si las condenas primero eran un 33%, hoy alcanzan a un 44%. En forma complementaria, si uno analiza los datos aportados por el Ministerio Público sobre el total de casos, se aprecia que no hay mayor diferencia entre el tratamiento que reciben los adolescentes con el que reciben los mayores de edad (datos de imputado conocido).
En 2010 las condenas de adolescentes llegaron a un 29% y las de adultos incluso un poco menos, un 27,8%. En el caso de las salidas alternativas, la suspensión condicional del procedimiento es en ambos grupos de un 22,6% y los acuerdos reparatorios difieren en sólo 2 décimas (2,5% y 2,7%). En lo que sí se aprecia diferencia es en el principio de oportunidad, que se aplica más en adolescentes (15,3%) que en adultos (10,7%).
Ahora bien, si observamos el tipo de sanción que se aplica en términos globales 9 de cada 10 sanciones son no privativas de libertad, lo que es claramente positivo, pero la tendencia de los 3 años refleja que van al alza las sanciones privativas de libertad, pasando de un 8,6% el primer año a un 10,1% el tercero. A ello hay que agregar que la reconocida deficiencia en infraestructura física y socio-educativa de los centros privativos de libertad, precisamente destinados a favorecer la integración social, ponen en entredicho la legitimidad de aplicar estas sanciones que en los hechos son puro castigo, igual que si fueran adultos.
¿Es efectiva la cárcel para reinsertar a los adolescentes?
Una manera común aunque discutible de evaluar la efectividad de las sanciones es considerar la reincidencia del condenado (una nueva condena). De acuerdo con un estudio elaborado por la Fundación Paz Ciudadana las sanciones de servicios en beneficios de la comunidad, libertades asistidas y privaciones de libertad en sus diversas modalidades, presentan una tasa general de reincidencia de 55,2%. Como en muchos otros estudios internacionales, la reincidencia de quien ha pasado por un centro privativo de libertad es más alta que la de aquellos que no lo han hecho y Chile no es la excepción: 66% en régimen cerrado y un 67% en régimen semi-cerrado.
Una respuesta simplista es que ello se debe al “perfil” de los jóvenes condenados a tales sanciones, pero aún si fuera cierto ello no obsta a que los centros deban trabajar por la no reincidencia y el problema es que no les está yendo bien. Si bien hay reincidencia en las sanciones del medio libre, ellas son menos costosas que la cárcel, primero en términos humanos, pero también en recursos que podrían destinarse a crear oportunidades reales a los adolescentes más pobres de entre los pobres de nuestro país.
Una oportunidad para rectificar
Si bien no es razonable exigirle al sistema más de lo que puede dar, al menos sí se pueden corregir ciertos aspectos que permitan hacer de la justicia juvenil algo sustantivamente diferente de la justicia criminal para adultos.
Si sabemos que la mayoría de los adolescentes que estará en internación provisoria -verdadera “pasantía” en una escuela del delito- no serán condenados a una pena privativa de libertad, es irracional decretar tal internación, pero como ello parece más difícil de controlar, la ley podría poner límites más claros para su uso y duración y hacer imposibles los actuales 119 días de duración promedio.
Si las normas legales de adultos impiden acordar más salidas alternativas entre los jóvenes, establezcamos reglas especiales en la materia. Si las sanciones de trabajos comunitarios y libertad asistida representan alrededor del 70% de las penas, fortalezcamos esos programas y aumentemos el compromiso de la comunidad con la integración social.
Y si como sociedad aún no podemos prescindir de la privación de libertad como sanción, al menos démosles condiciones de vida dignas a los adolescentes encerrados en los centros y ofrezcámosles herramientas útiles para su futuro reingreso a la vida en libertad. ¿Alguien puede no estar de acuerdo?
* Profesor de Derecho Penal Juvenil, Universidades de Chile
y Central. También es jefe de la Unidad de Defensa Penal Juvenil de la Defensoría Penal
Pública.




0 Patagonia: "UNA NUEVA PALESTINA?"


¿QUÉ ESTAN HACIENDO LOS EQUIPOS DE RECONOCIMIENTO DEL EJÉRCITO ISRAELITA, TANTO EN LA PATAGONIA CHILENA COMO LA ARGENTINA?
Es un cuestionamiento que cualquiera que sepa de esta noticia, podría hacerse.
Frente a este tema, quisiera mostrar el testimonio de un periodista.
Kawther Salam
Periodista

En enero, fui por vacaciones a la Patagonia chilena, esperando así, estar lejos por algún tiempo de las malas noticias en los medios de comunicación. Encontré una Tierra de una belleza natural casi imposible de describir, pero también encontré a mis viejos conocidos de Hebrón, los soldados del IDF. Fue como si las mismas personas que ocupan mi país se hubiesen trasplantado a la Patagonia después de su orgía genocida. La segunda cosa bastante extraña que llamó mi atención en la Patagonia es que "extranjeros" están comprando grandes paños de tierra en Chile y en Argentina.Lejos, la figura más polémica entre los "extranjeros" es


Douglas Tompkins; un conservacionista que compró 330.000 hectáreas aproximadamente, al norte de Chaitén, y quién también posee tierras en otras localizaciones en Chile y Argentina a través de su Conservation Land Trust. Pero hay también otros, personas adineradas y corporaciones, comprando tierras a lo largo de la Patagonia. La controversia alrededor de muchos extranjeros que compran la tierra, es casi siempre un tema de conversación con los locales: "Ha escuchado usted acerca del gringo? ("gringo" es una palabra de jerga, ampliamente usada en Latinoamérica para nombrar a los "norteamericanos") era una pregunta de los locales que se repetía entre Chaitén y Villa O'Higgins.


En una zona dónde la única industria de crecimiento es el Turismo, escuché a varios chilenos que comentaban que los extranjeros siempre parecen recibir más indulgencia del gobierno que ellos mismos. Otros comentan la compra de la Patagonia por extranjeros como el preludio a la fundación de un nuevo estado. No es de extrañarse, están viendo al ejército israelita explorando su país desde principios de 1980 e incluso antes de esa fecha.
Vi a los IDF con mis propios ojos: primero en el barco de Puerto Montt a Chaitén, y luego por todas partes hasta Candelario Mansilla, 1.200 Km. al sur. Ellos siempre viajan en grupos de 5 a 7 personas, siempre con una o dos mujeres entre ellos, cada grupo tiene un oficial y ellos evitan el contacto con los locales y otras personas al mínimo necesario. Un chileno con un poco de conocimiento sobre estas materias nos dijo que ellos viajan en formaciones que corresponderían a misiones de "reconocimiento e inserción" en la terminología militar. Esta persona nos confirmó que la exploración de la Patagonia bajo la fachada de turismo ha sido llevada a cabo desde 1976, intensificándose posterior a 1982 aproximadamente.
Mientras la incesante incursión del IDF ha despertado la curiosidad de los chilenos, me recuerda lo que pasó en mi Patria Palestina desde finales de 1920 y principios de los años treinta, cuando masivas olas de judíos inmigraron como "granjeros". Los judíos comenzaron comprando grandes extensiones de tierra en Palestina a través de los hombres y compañías de exploración. En ese momento los Palestinos poseían la mayoría de las tierras en Palestina. Me pregunto si el futuro de la Patagonia se parecerá a la historia de Palestina.
Antes de estas olas de masiva inmigración judía, el británico Lord Balfour emitió la fraudulenta "Balfour Declaration" en que el agonizante Imperio británico entregaba la Tierra de Palestina a los Zionistas y les "permitía" a los judíos tomar las tierras árabes, probablemente en un esfuerzo encaminado para librarse de los judíos de Europa. Antes de Balfour, uno de los últimos actos del Imperio otomano antes de su fallecimiento fue entregar Palestina que había ocupado durante mucho tiempo, a los británicos. Esta charada de infamia recuerda uno vez más la de un par de mendigos que se sientan a la entrada de una iglesia, uno de ellos vendiendo la iglesia al otro, en lugar de actuar como honestos compañeros que hacen un trato de buena fe.
En 1947, la ONU aprobó una Resolución que demanda la división de Palestina en dos estados, Israel "la minoría" controlaría ahora el 56 por ciento de la tierra (en ese momento, los judíos sólo poseían aproximadamente el 6% de la tierra), la mayoría Palestina controlaba el 44 por ciento de su Patria. Poco después vino la guerra de 1948 en que los judíos declararon su independencia y el establecimiento de un estado judío, Israel, en el 78 por ciento de la tierra Palestina. En ese momento el Banco Oriental y Jerusalén Oriental estaba bajo el control de Jordania, mientras que la Franja de Gaza estaba bajo el control de Egipto.
En 1948 mi familia se trasformaron en refugiados en nuestra propia patria. Mi madre me dijo que ella era una muchacha joven cuando dejó su pueblo en lo que ahora se llama Israel. Mi madre me contaba "Mi familia dejaron todo en el pueblo; estábamos asustados de lo que el Haganah judío había hecho en otros pueblos palestinos en la cercanía. Ellos destruyeron esos pueblos y llevaron a cabo matanzas colectivas contra las personas que habían vivido allí."
El ejército árabe (compuesto de tropas de todos los países que ahora tienen fronteras con Israel) recogió todas las armas particulares de los Palestinos en ese momento. Ellos nos convencieron que eran lo suficientemente fuertes como para protegernos y luchar contra Israel, que nosotros deberíamos confiar en ellos y debemos entregarles nuestras armas. Los soldados árabes les dijeron a los Palestinos que deberían dejar sus casas por un par de días que hasta que la guerra acabase, "no hay ninguna necesidad de llevar sus cosas personales". Este mismo Ejército árabe estaba dotado de sólo armas rotas para defender Palestina. Ellos tenían sólo tapas de corcho y balas de salva en lugar de balas reales. Ésta es la tercera traición de los Árabes contra los Palestinos después de que los Turcos otomanos habían vendido Palestina a los británicos anteriormente.
El resultado de esta traición culminó en 1967 con la ocupación por los judíos de las tierras Palestinas restantes y partes de los países árabes alrededor de ellos. De este tiempo es que yo recuerdo a un soldado jordano huyendo que le pidió un traje a mi madre para ponerse en lugar de su uniforme. También recuerdo los tanques jordano que arrancaban de Hebrón sin siquiera luchar. Yo tenía 5 años.
Desde entonces, los ocupantes judíos se arrogaron el derecho para confiscar nuestras tierras agrícolas, demoler nuestras casas con el propósito de construir asentamientos judíos donde les agradase. La inmigración judía desde todo el mundo a Palestina que fue llamada ahora "Estado de Israel" aumentó considerablemente. El fenómeno de extranjeros comprando tierras Palestinas no se detuvo después de la ocupación de la Franja Oriental y de Gaza en 1967. De hecho, compañías extranjeras de avanzada que compran la propiedad Palestina aumentaron en gran forma sus actividades. Algunas personas que dejaron Palestina debido a la guerra de 1967 vendieron sus casas en las viejas ciudades de Jerusalén y Hebrón. Después de un rato quedó claro que estos extranjeros de avanzada servían a los intereses de la ocupación judía y los colonos.
El millonario norteamericano, Shlomo Moskovitch, compró en Ras al Amod en Jerusalén Oriental, a través de compañías extranjeras de avanzada, desde que estaba prohibido por ley vender las propiedades a los judíos. Otros extranjeros compraron algunas viejas casas en la antigua ciudad de Hebrón. Todos estos extranjeros estaban sirviendo a la ocupación israelita. La conclusión es: "Quien les dio el derecho a los Zionistas judíos para construir un estado en Palestina, les dará el derecho para hacer lo mismo a otros pueblos en sus propias Patrias."
Las actividades de los "turistas" judíos y de los extranjeros que compran cualquier propiedad disponible es vista claramente por las personas chilenas y este asunto es cuestión de mucha controversia y discusión, pero lo que no está claro para los chilenos de la Patagonia es el futuro. ¿Qué pasará después? ¿Qué pasará con ellos si los judíos llegan a ser mayoría en la Patagonia y comienza a hablan sobre construir un nuevo estado judío allí?
Nadie sabe con seguridad por qué el alto mando militar israelita está enviando a sus soldados en misiones de exploración a la Patagonia. El gobierno israelita está evidentemente interesado en la Patagonia y ellos están gastando el dinero que les sirva a ese interés. Varios "Hayalim" (Hayalim: en hebreo, el plural de "Hayal", soldado) le dijeron a mi amigo que el IDF financia su viaje después de que ellos completan el servicio militar y las personas con quienes él pudo hablar, todos habían tenido un rol en inteligencia, sea este en un "trabajo de oficina" no especificado o viajando por diferentes partes, filmando con una cámara de video los combates en el sur del Líbano y la Franja Oriental
La mayoría de los judíos cree que no hay ningún futuro seguro en Israel y Palestina. La guerra estallará en cualquier momento entre ambos pueblos aún cuando tengan acuerdos de paz. Muchos judíos ya han dejado Israel e incluso solicitaron pasaportes extranjeros. Muchos judíos han comprado tierras en Europa y en los Estados. Es interesante que los casos de corrupción contra el primer ministro Ariel Sharon involucra el intento de adquisición de una isla griega.
La última vez que me quedé en casa de mi amiga Anat Even en Tel Aviv mientras estábamos trabajando juntas, ella compró una nueva cerradura para la entrada de su casa. Estaba asustada y hablaba sobre un nuevo Holocausto en marcha. Dijo que Israel no era un país seguro para los judíos y que en su opinión, las prácticas del gobierno estaban preparando a los judíos para el nuevo Holocausto, y que era importante encontrar un lugar seguro para vivir. Ella estaba hablando con un profundo dolor, tal como si el nuevo Holocausto estuviera pasando en ese instante. Anat me dijo que muchos judíos se sentían de la misma manera.
En la Patagonia, vi a muchos israelitas, en los Coffee Shop, restaurantes, en Ciber Cafe en dónde ellos representaban a menudo el 90% de la clientela, en las calles, en los barcos, en los buses, en el campo y en el bosque, todos ellos eran unidades del IDF, soldados y oficiales, lo mismo que acostumbraba a ver en los territorios ocupados pero sin las armas y el uniforme del ejército. Durante algún tiempo pensé que no me encontraba en la Patagonia, sino, de vuelta en las calles de Hebrón o en Israel.
En el barco entre Puerto Montt y Chaitén, me encontré viajando con un grupo del ejército israelita, cuatro soldados y una mujer. Durante todo el viaje del barco hablaron en inglés. Cuando la nave llegó a Chaitén en medio de la noche, había otro grupo de soldados judíos que esperaban por ellos y entonces, todos ellos, comenzaron a hablar en hebreo. Ellos me identificaron como Palestina cuando hice una llamada telefónica. Estaba hablando con mi amigo, diciéndole había un grupo de soldados israelitas caminando detrás de mí. De repente uno de ellos me gritó y preguntó donde iba a quedarme. Recuerdo que yo le contesté "En el Infierno hecho por Israel."
El próximo día, en la mañana, me encontré a más israelitas en la oficina de transporte. Decidí ignorarlos. Mi amigo me había recomendado que no hablara con los israelitas. Él dijo que la "Patagonia está llena de soldados israelitas; en mejor que evites los problemas y no hables con ellos."
Viajando más al sur, en un barco, entre Villa O’Higgins (link lento) y Candelario Mansilla, un oficial israelita estaba hablando con un grupo de turistas. Cuando él les dijo que era de Israel, un hombre escocés contestó de una extraña manera, "Ah, nunca hemos visto a un israelita viajando solo, ellos siempre van en grupos, probablemente hay alguien esperando por usted en el otro lado" (esto resultó ser verdad). El oficial dejó de hablar con los europeos rápidamente. Cuando este israelita me preguntó si yo era judía o si podía hablar hebreo, contesté que era Palestina, pero mi amigo cortó nuestra conversación. Durante el resto del viaje, este oficial estaba visiblemente preocupado con su mochila, nunca la perdía de vista. Él no permitía a nadie que la tocara, incluso el personal del barco cuando las acomodaban. Si alguien bajaba al lugar para buscar algo, el oficial bajaría junto a él y se aseguraría que su mochila no se tocaría o se movería de su lugar.
En la rampa de Candelario Mansilla, había dos unidades militares israelitas, una en cada lado, esperando al parecer por el oficial en la nave. Todos le rodearon e intercambiaron información entre ellos, los tres oficiales al parecer intercambian información sobre los dispositivos portátiles que ellos llevaban consigo. Después se retirarían a un lugar privado en los bosques cercanos, dejando a los soldados de sus unidades en la rampa. He visto a las unidades de inteligencias del IDF comportarse de la misma manera en el West Bank.
Intenté ignorar estas unidades del IDF, pero todos estábamos sentados en el mismo lugar en espera del regreso de la nave. Uno de los IDF me reconoció por mi película "Hebrón: la Ciudad sin Misericordia" que él había visto y él informó a sus amigos que yo era un periodista Palestino.
Una mujer judía me ofreció sentarme al lado del fuego dónde el grupo de IDF estaba cocinando. Me preguntó ¿De dónde vienes? Contesté, De Austria. ¿La mujer se rió ruidosamente y me preguntó nuevamente. ¿De dónde usted es? De Palestina, Y ¿De dónde es usted? le pregunté. Ella contestó de Palestina. Mi amigo le dijo que "eso es bullshit!" Le dije, usted es de Israel. La Hayalet (en hebreo, soldado hembra) estaba llevando un Koffir Palestino. Su novio hablaba algo de árabe. Él dijo: "Nosotros somos Bruto el Kuffar! " y continuó lanzando delirantes insultos en su bastante limitado árabe.
De los soldados que sirven en los territorios ocupados, sólo los oficiales de inteligencia aprenden el árabe. Mi amigo comprendió la manera insolente en que ellos estaban hablando conmigo y me instó que dejara de hablar con los IDF. Esto los hizo enfadar. La mujer empezó hablar sobre ello con mi amigo, pero él decidió cortar el contacto debido a la postura evidentemente agresiva de los soldados.
Yo estaba disfrutando sola, de estar sentada a orillas del lago jugando con el agua, recordándome de mi patria cuando el ejército judío me causó el trauma y me lanzó de mi país, cuando fui sorprendido por la mujer judía que me trajo una taza de menta para beber. Ella empezó una conversación en que me dice que un hombre de su grupo me había identificado. Él había visto mi película "Hebrón: la Ciudad sin Misericordia". Ella se sentó a mi lado, comenzamos a hablar. Ella me preguntó si quería volver a casa, si me sentía bien, y se contestó a si misma. Ella dijo que yo no parecía feliz, seguro que esto era porque no veía a mi madre…
Le dije que volvería pero después de interponer una queja contra Israel en la Corte Europea de Derechos Humanos European Court of Human Rights. Nunca olvidaré de lo que me hicieron los soldados del IDF. Le pregunté si había servido en el West Bank. Ella contestó que sí. Le pregunté qué tipo de trabajo había hecho allí. Ella contestó, " solo un estúpido trabajo, es todo lo que ellos nos enseñan a hacer allí". Le conté algunas de las cosas que soldados de IDF, hombres y mujeres, habían hecho en el West Bank y le ofrecí leer mi sitio web. Le pregunté ¿A qué misiones les envió el IDF hacer en Chile? Le dejé desconcertada y me fui hacia mi amigo.
Dí un paseo alrededor de la Montaña. Y me encontré con la Hayalet nuevamente. Hablamos de nuevo, estaba hablando sobre las misiones que algunos extraños extranjeros están haciendo en la Patagonia bajo la guisa de turismo. Ella se enfadó y dijo "ésa es una mentira". Hablé sobre la importancia de desarrollar la Patagonia y cerrar el camino para que estos extraños extranjeros no puedan construir su propia codicia. Hablé sobre construir buenos caminos entre el norte y el sur y cómo las personas ricas deberían ayudar a que el gobierno haga esto… recuerdo su nerviosa respuesta cuando ella preguntó "¿Por qué usted no escribe al gobierno de hacer algo sobre eso? " le dije, "Sí, quiero hacerlo de hecho" y continué hablando sobre la importancia de desarrollar el área y cortar la forma en que los extranjeros piensan ocupar esta tierra. Ella no parecía contenta sobre lo que estaba oyendo. Dijo que yo era una mujer de ciudad y me acusó de pensar en destruir la naturaleza. Todo el rato ella estuvo aplastando los tábanos con sus dedos. Nos separamos.
Atrás en el norte, escuche un montón de divertidas historias sobre los "turistas" israelitas. Aquí va una: Algún tiempo atrás, en Puerto Tranquilo una pareja de israelitas alquilaron un cuarto por una noche. Para ahorrar dinero, ellos levantaron muy temprano, salieron furtivamente por la ventana e incluso empujaron su automóvil por aproximadamente 200 metros para que el dueño no les oyera escaparse. El dueño llamó a la policía y ellos de alguna manera fueron aprehendidos. Entre Chaitén y Candelario Mansilla hay sólo aproximadamente 60.000 habitantes en todo la Patagonia chilena, los caminos son pocos, y a pesar de las grandes distancias todos se conocen. Aquí, es muy difícil escaparse con acciones "tontas". De crimen mayor casi no se escucha. Me dijeron que solo dos casos fueron llevados ante la Corte de Justicia de Cochrane (capital de la provincia) en un palmo de siete años. El Juez supuestamente renunció de aburrimiento.
Puerto Tranquilo es un pueblo pequeño cerca del Lago General Carrera. A pesar del incidente anterior en relación a mi viaje, el pueblo recibe muchos visitantes de Israel y el turismo incluso se ha especializado en parte hacia estos visitantes. Las señales en hebreo puede verse en algunas casas y tiendas, muchos lugareños están supuestamente aprendiendo hebreo. Una pensión ha especializado sus servicios hacia los visitantes israelitas: precios bajos, cuartos limpios, el dueño nos habló en primer lugar en hebreo destartalado. En las calles pueden verse muchos israelitas, escuche hablar en hebreo un par de veces. Me recordé de los asentamientos en el West Bank.
El pueblo chileno generalmente es muy amistoso con los extranjeros y dan la bienvenida a los visitantes de su país, a los cuales parecen mirar con interés y curiosidad. Lo que cuenta para la gente de la Patagonia son los pequeños detalles en la conducta personal. Se recuerdan de las personas buenas durante mucho tiempo, sólo debido a eso, y lo mismo puede decirse sobre aquéllos que se comportan de malas maneras. De mis interacciones con la gente de la Patagonia quedó claro que ellos no saben nada sobre la historia de lo que pasó en Palestina (pero ellos están muy conscientes de los desarrollos presentes) y el paralelo qué parece estar desarrollándose en su país. Fuera de una élite muy diminuta, la gente de la Patagonia parece no estar interesados en la política más allá de sus problemas locales y cuando hablan sobre la política, lo hacen de una manera muy cortés.
La presencia constante de grupos del IDF en la Patagonia está siendo registrada por los chilenos de la región, no en un sentido político, pero basado en su experiencia. Hay muchas historias como aquella de los tipos que salen furtivamente escapando por una ventana que cuentan en la región. Me preguntaron varias veces si yo era de Israel antes de alquilarme un cuarto. En la mayoría de las casas dónde alojé, me dijeron que ellos no aceptaban a los IDF ("Israelitas"). Esto parece haber hecho un mercado para aquéllos que especializaban en ellos.
Es doloroso hablar sobre esto, pero por la causa de la paz sólo puedo esperar que las personas de la Patagonia de Chile (y Argentina), no tengan que experimentar aquello que los Palestinos experimentaron, que ninguno de ellos tenga recuerdos dolorosos como mis recuerdos de la ocupación israelita. Éste es mi deseo para la Patagonia, para estas personas buenas con las cuales me encontré, para este hermoso pedazo de arte hecho por la naturaleza. Espero que ambas, las personas y la tierra, nunca conozcan la ocupación que destruye la humanidad, la belleza y la naturaleza. Espero que nunca un asentamiento se implante en este fin hermoso fin del mundo. De la misma manera, no deseo un nuevo Holocausto para mi amigo Anat y nuestra gente. Yo espero que la paz llegue pronto a nuestro país y que la ocupación acabe.

0 Gabriela Mistral. rebelde sin fronteras




Gabriela Mistral fue en muchos aspectos una adelantada a cambios y enfoques que hoy parecen naturales, indispensables y muchas veces urgentes. Cristiana de espiritualidad esencial, se definió como partidaria de transformaciones profundas: la necesidad de una reforma agraria, el latinoamericanismo real, el respeto a los indígenas y mestizos, el amor por los niños y los oprimidos. Ejemplar fue su preocupación por la instrucción y la cultura al servicio del pueblo.
Deberíamos tratar de conocerla mejor, más allá de convencionalismos y oscuridades.
Su sentimiento de pertenencia al mundo popular fue indiscutible. En carta a un amigo mexicano le confiaba: “…debo a la aristocracia una protección generosa: la de su defensa cuando se hizo campaña contra mi nombramiento para un liceo, pero la clase dentro de la cual me siento, aquella de la que espero más y a la que amo de corazón es la clase obrera”.
Tenía una opinión clara sobre el lugar que debía serle reconocido a los trabajadores en la sociedad. Cuando en 1925 fue invitada a participar en el Consejo Nacional de Mujeres condicionó su gustosa aceptación a que en él participaran las sociedades obreras, para que se reflejara la realidad de las clases sociales de Chile: “La clase trabajadora no puede ser menos de la mitad de los representantes en una asamblea cualquiera, cubre la mitad de nuestro territorio, forma nuestras entrañas y nuestros huesos. Las otras clases son una especie de piel dorada que la recubre”.
A esa toma de posición agregaba otros elementos identitarios que la fueron completando, como su calidad esencial de lugareña, del pequeño valle excavado en la aridez de los cerros en que nació y vivió sus primeros años, cerca de La Serena. “Somos la gente de esta zona de Elqui, mineros o agricultores en el mismo tiempo. En el valle el hombre tomaba sobre sí la mina, porque la montaña nos cerca por todos lados y no hay modo de desentenderse de ella: la mujer labraba en el valle. Antes de los feminismos de aldea y de reformas legales, cincuenta años antes, nosotros hemos tenido allá en unos tajos de cordillera el trabajo de la mujer hecho costumbre. He visto de niña regar a las mujeres a la medianoche en nuestras noches claras, la viña y el huerto frutal; las he visto hacer totalmente la vendimia; he trabajado con ellas en la llamada ‘pela del durazno’ con anterioridad a la máquina deshuesadora; he hecho sus arropes, sus uvates y sus infinitos dulces llevados de la bonita industria familiar española”.

En la huella de Martí
A través de la mirada y el recuerdo de su aldea, Gabriela pudo imaginar y tratar de entender el mundo. Su raigambre latinoamericana se hizo profunda, más allá de particularismos y definiciones políticas. Hablando ante el consejo directivo de la Unión Panamericana, en Washington, en 1946, poco después de “eso de Estocolmo”, como decía a veces para referirse al Premio Nobel, señalaba: “No soy una patriota ni una panamericanista que se endroga con las grandezas del continente. Me lo conozco casi entero desde Canadá a Tierra del Fuego; he comido en las mejores y en las peores mesas, tengo esparcida en la propia carne una especie de limo continental. Y me atrevo a decir, sin miedo de parecer un fenómeno, que la miseria de Centroamérica importa tanto como la del indio fueguino y que la desnudez del negro de cualquier canto del trópico me quema como a los tropicales mismos”.
Gabriela seguía la huella de José Martí en Nuestra América y también la visión de Francisco Bilbao, que veía el futuro de América Latina como tierra de promisión para la Humanidad unida, democrática y comprometida con los ideales liberadores. Gabriela reclamaba autenticidad y no copia, originalidad y no imitación y veía que uno de los peligros centrales estaba en Estados Unidos. Apoyó ardientemente la lucha de Sandino contra los invasores norteamericanos de Nicaragua e incluso, llamó a los jóvenes latinoamericanos a defender con las armas esa causa imposible por la infinita desproporción de los adversarios, en la que Sandino y “su pequeño ejército de locos” contaban solamente con su valor para luchar por la dignidad y la justicia.
En 1922, Gabriela publicó El grito, que puede verse como un compendio de su ideario latinoamericano, en que imagina al continente como una gran esperanza: “América y sólo América. ¡Qué embriaguez semejante futuro, qué futuro, qué reinado vasto para la libertad y las excelencias mayores!”. La ve abrumada por la potencia financiera e industrial de Estados Unidos, por su poderío y su influencia. No deriva de ello un odio hacia los norteamericanos sino más bien un reproche a nuestra propia incuria y debilidad. “¿Odio alyankee? ¡No! Nos está venciendo, nos está arrollando por culpa nuestra, por nuestra languidez tórrida, por nuestro fatalismo indio. Nos está disgregando por obra de algunas de sus virtudes y de todos nuestros vicios raciales. ¿Por qué le odiaríamos? Que odiemos lo que en nosotros nos hace vulnerables a su clavo de acero y oro: a su voluntad y a su opulencia”. Al terminar, llama a dirigir toda la actividad hacia la unificación de América, motivada por “la lengua que le dio Dios y el dolor que le da el Norte”.

Unidad de América Latina

Su convicción de la necesidad y urgencia de la unidad de América Latina no la abandonó. Y fue más específica: “Nosotros debemos unificar nuestras patrias en lo interior, por medio de una educación que se trasmuta en conciencia nacional y de reparto del bienestar que se nos vuelva equilibrio absoluto, y debemos unificar esos países nuestros dentro de un ritmo abordado un poco pitagórico, gracias al cual aquellas veinte esferas se muevan sin choque, con libertad y también con belleza… Nos trabaja una ambición oscura y confusa todavía, pero que viene rodando por el torrente desde los arquetipos platónicos hasta el rostro calenturiento y padecido de Bolívar cuya utopía queremos volver realidad de cantos cuadrados”.
Desde la adolescencia, Gabriela Mistral tuvo preocupaciones sociales que se acentuaron con la lectura, los estudios y el contacto con la realidad de la educación pública. Después, la permanencia en México fue determinante. Joaquín Edwards Bello la recuerda en París en misiones oficiales, “ensimismada soñaba con la democracia, con el reparto agrario, con la suerte de Puerto Rico y Nicaragua”. Y precisamente en uno de los textos de apoyo a la gesta de Sandino, Gabriela escribió: “…voy convenciéndome de que caminan por la América vertiginosos tiempos en que no digo las mujeres, sino los niños también, han de tener que hablar de política, porque vendría a ser (perversa política) la entrega de las riquezas de nuestros pueblos, el latifundio de puños cerrados que impide una decorosa y salvadora división del suelo, la escuela vieja que no da oficios al niño pobre y da al profesional a medias su especialidad, el jacobinismo avinagrado de puro añejo que niega la libertad de cultos que conocen los países cultos, las influencias extranjeras que ya desnudan con absoluto impudor ante nuestros gobernantes”.
Su permanencia en México, entre 1922 y 1924, invitada por el ministro de Educación, José Vasconcelos, y donde volvió muchas veces, cambió su vida. La distribución de la tierra se convirtió en una de sus preocupaciones permanentes. Entendió que el latifundio era un problema central para América Latina, mucho antes que se pusiera en el centro de la agenda política. En 1954, cuando vino por segunda y última vez a Chile, preguntó por la marcha de la reforma agraria, sin saber (o sabiendo) que no estaba entre las preocupaciones del gobierno encabezado por Carlos Ibáñez del Campo. En México también tomó mayor conciencia de la situación desmedrada de los pueblos indígenas y del carácter mestizo del continente, que destaca en su obra, a partir de una suerte de revelación que aparece en sus conocidos versos: “En el campo de Mitla, un día de cigarras, de sol, de marcha/ me doblé a un pozo y vino/ un indio a sostenerme sobre el agua/ y mi cabeza como un fruto estaba dentro de sus palmas./ Bebía yo lo que bebía/ que era su cara con mi cara/ y en un relámpago yo supe/ carne de Mitla ser mi casta”. En los “Himnos” de su libro Tala se ha visto incluso una sustitución de la raíz judeocristiana de su obra por un misticismo indígena, en que son el Sol, la Cordillera y la Tierra las divinidades tutelares.

Denuncia del fascismo

Gabriela ya tenía veintiséis años cuando estalló la primera guerra mundial en Europa, una carnicería hasta entonces inimaginada. Vivió después los tiempos de la gran oleada revolucionaria que inició la revolución rusa en 1917, la contraofensiva capitalista marcada por el fascismo en Italia, Portugal y Rumania, y a comienzos de los años 1930, el ascenso incontenible de Hitler y los nazis en Alemania. Gabriela Mistral estuvo entre los primeros que advirtieron el peligro fascista. En algún momento se negó a ser cónsul en una ciudad italiana mientras gobernara Mussolini. En la guerra civil española apoyó la causa de los republicanos y donó a los niños vascos -desplazados por el ataque de los fascistas- los derechos de autor de su libro Tala. En un elogio fúnebre a Pablo de la Torriente, joven comunista cubano voluntario en las tropas republicanas españolas, caído en combate, destaca su heroísmo y generosidad y concluye que su muerte no habrá sido en vano “si este mundo satánico, de hierro color pardinegro color de fiera que desean darnos se disuelve como una pesadilla antes de cuajar”. Abominaba de Franco y no volvió a pisar tierra española. Fueron tiempos de monstruosas convulsiones sociales y políticas que se extendieron a Asia y Africa y no dejaron incólume a América Latina.
La segunda guerra mundial, con el Holocausto, los campos de concentración y los bombardeos atómicos a Hiroshima y Nagasaki daban cuenta del término de una época, y del despuntar de nuevas esperanzas y también de la amenaza de enormes peligros. Después de la guerra, la causa de la paz pasó a ser crucial. La amenaza de un ataque nuclear a la Unión Soviética por parte de Estados Unidos pasó a ser una amenaza real denunciada por intelectuales, científicos y artistas que la propaganda occidental acusaba de instrumentos del comunismo. Gabriela Mistral contribuyó con “La palabra maldita”, un texto que fue conocido en todo el mundo: “Hay palabras que, sofocadas hablan más, precisamente por el sofoco y el exilio y la de ‘paz’ está saltando hasta las gentes sordas o distraídas porque al fin y al cabo, los cristianos extraviados de todas las ramas, desde la católica hasta la cuáquera, tienen que acordarse de pronto como los desvariados de que la palabra más insistente en los Evangelios es ella precisamente, ese vocablo tachado en los periódicos, este vocablo metido en un rincón, este monosílabo que nos está vedado como si fuera una palabra obscena. Es la palabra por excelencia y la que, repetida, hace presencia en las Escrituras sacras como una obsesión. Hay que seguir vocéandola día a día, para que algo del encargo divino flote aunque sea como un pobre corcho sobre la paganía reinante… Digásmola cada día en donde estemos, por donde vayamos, hasta que tome cuerpo y se cree una ‘militancia de la paz’ la cual llene el aire denso y sucio y vaya purificándolo”.

Una enorme revolucionaria”

Gabriela fue, como escribió el pintor Roberto Matta, “una enorme revolucionaria en el sentido más humano del término”. No fue marxista ni menos anarquista, pero no se opuso a las transformaciones profundas. Elogiaba muchas cosas del comunismo y criticaba duramente otras, como la política antirreligiosa y las medidas que ponían en riesgo la familia. Denunció la invasión soviética a Finlandia, en 1939, y apoyó la política de paz de la URSS durante la segunda postguerra. Del mismo modo rechazó la política anticomunista de González Videla en Chile.
Estuvo cerca de los principales líderes socialcristianos como Eduardo Frei y Radomiro Tomic, de quien fue amiga y comadre, pero es dudoso que se hubiera definido como democratacristiana. Hubiera deseado una Iglesia al servicio de los pobres y una vez se definió como una comunista individualista, queriendo decir que no se oponía al trabajo colectivo y comunitario y a una distribución equitativa de la riqueza con respeto inamovible por el individuo, su singularidad y su derecho a autogobernar sus decisiones. Quería, aseguraba, conservar “la mayor suma de individualismo dentro de una norma colectivista”. Su fundamento era básicamente ético y cristiano, dentro de una religiosidad singular, inicialmente católica, luego budista y con inclinaciones teósoficas, hasta volver al catolicismo inicial teñido por la permanente lectura de la Biblia y la admiración por San Francisco de Asís. Tal como Clotario Blest, en sus últimos días Gabriela fue seglar de la Orden Franciscana Menor.
Una reflexión de Gabriela Mistral, de hace más de sesenta años, sobre la juventud merece ser recordada: “Busca la juventud de hoy más o menos estas cosas: un orden social en el cual las diferencias de clase no sigan correspondiendo a nombre y dineros sino a la capacidad comprobada del oficio o la profesión, es decir a los valores reales. Todas ellas desean eliminar la lacra de la miseria que ha sido lacra en el rostro noble de la latinidad. Todos quieren que el trabajo no sea asunto de azar y de dolor, de casualidad desordenada y de esfuerzo excesivo. Y aunque se quiera ver sobre esas juventudes la costra de un materialismo craso que no mostraban las anteriores, la verdad es que ella va buscando una espiritualidad nueva”.


(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 728, 4 de marzo, 2011)
punto@tutopia.com

0 Violencia Institucional Contra la Niñez Mapuche en Chile llegará a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)


En un completo informe, la Fundación ANIDE, en alianza con la Red de ONGs de Infancia y Juventud de Chile (ROIJ Chile), gracias al auspicio de Kindernothilfe, y con el respaldo de la Red Latinoamericana y Caribeña por la Defensa de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (REDLAMYC), exponen la grave situación de violencia que las instituciones del Estado chileno ejercen hacia niños, niñas y adolescentes mapuche pertenecientes a comunidades movilizadas en el marco de la protesta social por la recuperación de sus tierras ancestrales.
Por Comunicaciones ANIDE, jueves 17 de marzo de 2011
Heridas de balines a niños y niñas entre 9 meses y 16 años, asfixias por bombas lacrimógenas, encañonamiento con armas de fuego, golpes y patadas, golpes con armas de fuego, tortura, amenaza de muerte por inmersión, tratos degradantes, persecución, allanamientos a establecimientos educacionales, tratos inhumanos durante la  detención, hostigamiento, rapto e incluso el homicidio de Alex Lemún Saavedra, de sólo 17 años, el año 2002, son algunas de las acciones de violencia policial que han sufrido niños, niñas  y adolescentes mapuche durante los últimos diez años, y que serán presentadas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la Fundación ANIDE y la Red de ONGs de Infancia y Juventud de Chile (ROIJ Chile), con el respaldo de la Red Latinoamericana y Caribeña por la Defensa de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (REDLAMYC), y gracias al auspicio de Kindernothilfe y Save the Children. 

El Informe sobre Violencia Institucional Contra la Niñez Mapuche en Chile, además da cuenta de las detenciones arbitrarias, interrogatorios que no respetan el debido proceso, detenciones de personas menores de edad sin aviso a los padres y madres ni información sobre su paradero, hostigamiento y amenazas durante los horarios de clases y en los recintos escolares, amenazas de muerte, registro de huellas digitales y pruebas para registro de ADN a niños y niñas sin consentimiento de los padres y madres. 

Las organizaciones que acuden a la CIDH, advierten sobre la gravedad de la acción de las fuerzas policiales, violenta y desproporcionada, que actúa ajena a procedimientos que garanticen el respeto y la protección de la  niñez y adolescencia conforme a los compromisos nacionales e internacionales suscritos por el Estado de Chile.  

Existen innumerables casos documentados entre el año 2001 y 2011,  por diversas organizaciones de derechos humanos que denuncian violaciones graves a los derechos de la niñez mapuche, como consecuencia de violencia innecesaria, desmedida y brutal, ejercida por las Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile, y por la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), a niños, niñas y adolescentes mapuche en sus comunidades, escuelas y espacios públicos, con sus consecuentes secuelas físicas y psicológicas. 

No existe por parte del Estado un reconocimiento público de la violencia institucional contra la niñez mapuche, y éste no ha implementado medidas reparatorias que apunten a la construcción de las condiciones de protección especial de derechos de la  niñez mapuche en los protocolos policiales, ni ha generado sistemas de protección frente a la tortura, como acciones mínimas de gran urgencia. Esto ha favorecido que la situación de violencia institucional se mantenga inalterable por más de 10 años. 

Múltiples informes y declaraciones de instituciones públicas, privadas, organizaciones no gubernamentales, organizaciones sociales mapuche y chilenas, así como las organizaciones solicitantes de la Audiencia en la CIDH, han constatado que los procedimientos policiales no garantizan ni resguardan la integridad de los niños, las niñas ni adolescentes en sus contextos comunitarios ni escolares. Por el contrario, éstos son objeto de violencia desmedida y acciones policíacas no reguladas ni enmarcadas en el debido proceso.  

El Informe se nutre además, por una serie de testimonios de dos comunidades mapuche de la Región de la Araucanía, en Chile. Aquí se incluyen relatos y denuncias de niños, niñas y adolescentes mapuche, sus familias y autoridades tradicionales mapuche, que hablan de sus experiencias particulares y los recursos propios de sobrevivencia y resistencia  de sus comunidades.
  
Los niños, niñas y adolescentes mapuche ponen énfasis en la brutalidad de las acciones policiales.  Todos ellos han sido víctimas y/o  testigos directos de violencia policial en sus propias comunidades y escuelas. 

“… tenía 13 años le vinieron a pegar en la casa, le quebraron la culata de la escopeta aquí en la frente, ahora lo último este año, tampoco no lo dejaron estudiar, lo fueron a buscar en el liceo y ahí lo tienen no más, preso. No hay ni una prueba, no hay ni una prueba y lo tienen ahí. Casi le fracturaron aquí la mandíbula. Le pisaron la cabeza, todo raspillado, lo arrastraron todo aquí. Eso es lo que hacen los policías”, se lee en uno de los casos expuestos en el informe.  

Otro elemento preocupante es el desconocimiento de las leyes nacionales y convenios internacionales que protegen los derechos de adolescentes y jóvenes privados de libertad, por parte del sistema de justicia, en particular lo relativo a la aplicación de la Ley Antiterrorista (Ley 18.314, ref. 20.467) a personas menores de 18 años. 
 
La ilegal e ilegítima aplicación de la Ley Antiterrorista 

El Estado Chileno celebró  la promulgación de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente que significó el reconocimiento, después de casi 20 años de firmar la Convención Internacional de los Derechos del Niño, de que los niños y niñas en conflicto con la ley requieren de un tratamiento especial. 

Sin embargo, desde el año 2008, la Ley Antiterrorista (Ley 18.314, ref. 20.467) ha sido invocada en 5 casos de personas menores de 18 años. A la luz de la anteriormente mencionada Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, la aplicación de la Ley Antiterrorista no sólo sería contradictoria legalmente, sino que además contradice la Convención Internacional de los Derechos del Niño. 

Cabe recordar que después de la prolongada huelga de hambre que sostuvieran 34 comuneros mapuche el año 2010, entre los cuales se encontraban dos imputados por Ley Antiterrorista (Ley 18.314, ref. 20.467) por supuestos delitos que habrían cometido siendo personas menores de 18 años, el Poder Legislativo modificó la Ley Antiterrorista excluyendo su aplicación a los casos en que estén involucrados personas menores de 18 años.

Sin  embargo, el Ministerio Público ha insistido en la invocación de esta legislación de excepción en casos  de personas menores de 18 años, haciendo caso omiso de la legislación vigente. 

Así, el Informe que será presentado a la CIDH, da cuenta de un patrón común de violencia institucional caracterizado por la criminalización de la protesta social mapuche, el empobrecimiento de las comunidades y la persecución persistente a niños, niñas y adolescentes mapuche. 
Audiencia temática en la CIDH y Petitorio

A la audiencia ante la CIDH, que se realizará el viernes 25 de marzo de 2011, en período ordinario de sesiones Nº141 en Washington DC, concurrirán Carlos Muñoz Reyes, Vocero Nacional de la Red de ONGs de Infancia y Juventud de Chile; Ana Cortez Salas, coordinadora del Proyecto PICHIKECHE, de la Fundación ANIDE; y Lorenzo Morales Cortés, abogado asesor del Proyecto PICHIKECHE, de la Fundación ANIDE. 
Los objetivos para la solicitud de esta audiencia temática son:

1) Poner en conocimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la grave situación de violencia que las instituciones del Estado chileno ejercen hacia niños, niñas y adolescentes mapuche perteneciente a comunidades movilizadas en protesta social por la recuperación de sus tierras ancestrales. 

2) Solicitar el arbitrio de las medidas necesarias a fin de que el Estado  chileno adecue el régimen legal a las pautas básicas establecidas por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos; y la implementación de políticas públicas acordes para hacer efectivos los derechos contemplados por dicho sistema, ya que las condiciones que padecen los niños, niñas y adolescentes indígenas, en particular pertenecientes al pueblo mapuche, son violatorias de diferentes derechos reconocidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Las instituciones que solicitaron la audiencia en la CIDH plantean una serie de peticiones para el Estado de Chile, como cambios de normativas internas que garanticen la protección de niños, niñas y adolescentes en los procedimientos de las fuerzas policiales; la existencia de mecanismos transparentes para la vigilancia y monitoreo de estos procedimientos; la creación urgente de un mecanismo nacional de prevención contra la tortura y otros tratos degradantes; la tramitación en el Congreso de una moción que indique la total exclusión de la aplicación de la Ley Antiterrorista a personas menores de18 años; que se generen mecanismos de capacitación en enfoque de derechos para todos los funcionarios públicos del país; y que el Estado genere, en conjunto con la sociedad civil, y con la participación activa de los niños y las niñas, una Ley de Protección Integral de Derechos de la Niñez.

Por su parte, las comunidades mapuche consultadas tienen entre su petitorio la restitución de los territorios ancestrales, el respeto al Convenio 169 de la OIT, el fin de la aplicación de la Ley Antiterrorista al pueblo mapuche y la liberación de sus presos políticos, así como el retiro de las fuerzas policiales y de las empresas forestales de sus comunidades, la implementación de políticas que permitan superar la pobreza.
Contacto de prensa:
Pamela Sepúlveda Rosales
Periodista
Fundación ANIDE 

(056-9) 9-848 4658
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