El arte muralista no responde a un afán de posteridad ni de fama, estos son reemplazados por las necesidades de la información, hoy se pinta, mañana se vuelve a pintar. Así se pueden multiplicar sin restricciones y por su tamaño permiten ser captado por un público masivo.
En síntesis, el muralismo revolucionario constituye una herramienta de relevancia en los procesos fundamentales de un proyecto revolucionario: educación, comunicación, arte e identidad cultural. Al fortalecer estos procesos nuestra revolución avanzará hacia el triunfo, conducido por la soberanía de los pueblos latinoamericanos.
La «criminalización» de los movimientos sociales es una tendencia en toda América Latina, toda vez que se transforma en una estrategia de control social enmarcada en la defensa del paradigma neoliberal que requiere de condiciones propicias para la inversión privada y el resguardo del capital trasnacional. En este contexto es que la protesta social que reivindica derechos políticos, sociales, culturales y económicos, así como denuncia condiciones de miseria y de explotación, se transforma rápidamente en un elemento que categoriza a los países como «riesgosos» para realizar inversiones. Lo anterior se debe a la consideración de que la protesta social socava los cimientos de la democracia y la seguridad jurídica, claro, la de los inversores, en un escenario de globalización económica que se ha visto favorecida por la proliferación de los tratados de libre comercio entre los países pobres y emergentes con las principales economías del mundo.
La militarización de las comunidades bajo la figura del resguardo policial a empresas o particulares que sufren la violencia mapuche, la persecución a sus dirigentes con los consiguientes allanamientos, controles de identidad en los caminos, interrogatorios a niños mapuche en las escuelas, las acciones de fuerza, incluyendo baleos a niños o muertes de jóvenes mapuche se norman y legitiman a través del proceso penal. Lo que el Estado de Chile ha hecho a través de la criminalización es garantizar la seguridad y proteger la propiedad de las empresas agrícolas y forestales, a costa del respeto de los derechos fundamentales de los incriminados mapuche.
LIBERTAD A LOS PRESOS POLITICOS MAPUCHES!!!!
En síntesis, el muralismo revolucionario constituye una herramienta de relevancia en los procesos fundamentales de un proyecto revolucionario: educación, comunicación, arte e identidad cultural. Al fortalecer estos procesos nuestra revolución avanzará hacia el triunfo, conducido por la soberanía de los pueblos latinoamericanos.
MURAL BASTA DE CRIMINALIZACION DE WALLMAPU
La «criminalización» de los movimientos sociales es una tendencia en toda América Latina, toda vez que se transforma en una estrategia de control social enmarcada en la defensa del paradigma neoliberal que requiere de condiciones propicias para la inversión privada y el resguardo del capital trasnacional. En este contexto es que la protesta social que reivindica derechos políticos, sociales, culturales y económicos, así como denuncia condiciones de miseria y de explotación, se transforma rápidamente en un elemento que categoriza a los países como «riesgosos» para realizar inversiones. Lo anterior se debe a la consideración de que la protesta social socava los cimientos de la democracia y la seguridad jurídica, claro, la de los inversores, en un escenario de globalización económica que se ha visto favorecida por la proliferación de los tratados de libre comercio entre los países pobres y emergentes con las principales economías del mundo.
La militarización de las comunidades bajo la figura del resguardo policial a empresas o particulares que sufren la violencia mapuche, la persecución a sus dirigentes con los consiguientes allanamientos, controles de identidad en los caminos, interrogatorios a niños mapuche en las escuelas, las acciones de fuerza, incluyendo baleos a niños o muertes de jóvenes mapuche se norman y legitiman a través del proceso penal. Lo que el Estado de Chile ha hecho a través de la criminalización es garantizar la seguridad y proteger la propiedad de las empresas agrícolas y forestales, a costa del respeto de los derechos fundamentales de los incriminados mapuche.
LIBERTAD A LOS PRESOS POLITICOS MAPUCHES!!!!